La Ruta del Vino
  
La Ruta del Vino.


Esta historia la comencé no muy contento pero la tenía que aterrizar porque estuvo muy buena.

Por azares de la fortuna, en uno de los viajes que he tenido la fortuna de realizar tuve la oportunidad de ir parar nada menos que a Santa Barbara “Fornicalia” o California, esta como a dos horas al norte de Los Angeles a hacer cositas.

Santa Barbara me pareció nada comparado con ciudades mayúsculas como Caracas, Cd. De México, Dallas, Houston, Honolulú, Londres, etcétera, incluso Toluca me parece monumental en comparación. Lo que no sabía es lo que había detrás de ésta ciudad. Esta pequeña ciudad produce cantidades industriales de dinero, en primer lugar por la ubicación estratégica de la misma, el tipo de personas que viven allí y la actividad económica tan intensa que se lleva a cabo en los alrededores.

Una de las actividades fuertes de la zona es la vitivinicultura. Esta zona se hizo muy conocida ya hace un par de años cuando una película salió al aire con el nombre de “Sideways”, ni idea de cual fue el título en español. Tuve oportunidad de ver la película gracias a un dvd que me prestaron, encerrado en un hotel de 1 estrella llamado “Caracas Hilton” y que no dudo que se llame en el futuro el \"Caracas Chávez\" pero esa es una historia que estoy armando para ponerla más adelante con videos y fotos.

Al estar en el lugar escuché a una pareja solicitar el mapa de las vitivinícolas visitadas por los personajes de la película lo que me llevó a preguntar a los encargados del hotel acerca del mismo tema, me echaron el rollo de la película y me proporcionaron los mapas que tenía que seguir y los restaurantes donde se encerraron dichos personajes, los nombres de los restaurantes no los voy a mencionar porque no me pagan comisión aunque aún no sabía que el orden de los factores cambiaría más adelante. Adicionalmente, pues como ando con una estaca clavada del lado izquierdo del pecho, pues me sirvió de pretexto para ponerme una saludable borrachera como las cinco o seis que llevo desde el 1 de octubre por cuestiones de aquello que llamamos “cositas del corazón” y como que a estas alturas del viaje en la vida pega muy cabrón.


El sábado 29 de octubre fue cuando decidí realizar mi recorrido vinero, en un principio se habían apuntado dos fulanos en acompañarme pero al final me la eché casi toda la ruta solo.

La visita a las diferentes firmas vitivinícolas en cuestión básicamente consisten en ir a la mismas y probar los vinos que allí se producen, algunas firmas ofrecen sus muestras gratis, normalmente la más grandes o las que tienen productos no muy buenos que ofrecer. Otros cobran una módica cuota que no está tan mal para la cantidad y la calidad de vinos que le dan a probar uno y la copa que uno conserva con el logotipo de la casa vitivinícola en cuestión. Sobra mencionar que en dichas pruebas no sirven la cantidad de vino que sirven en bares o restaurantes sino una cantidad menor, tan sólo para solo realizar el “tasting” y entonces descartar o seleccionar el vino que uno desea.

Pasemos de la introducción a la acción.

Una vez que salí del hotel, mi primera escala fue una productora de vino llamada Curtis. En este lugar me empaqué 9 pruebas de vinos diferentes, entre rojos y blancos, yo de catar vinos se lo mismo que de volar aviones de combate, sólo le echaba ojo a lo que hacían los conocedores y repetía los pasos. Desde hace ya unos años me he venido haciendo un poco fan a los vinos, especialmente a los rojos, sin embargo de un tiempo a la fecha, sobre todo durante mis estancias en Caracas, mi consumo de vinos rojos y blancos se vio incrementado. He empezado a meterme más seguido en los \"wine tasting\" locales del pueblito donde vivo, el cual, además de tener un equipo de fútbol americano llamado “los vaqueros”, produce vinos, no muy buenos pero aceptables desde el punto de vista de este humilde desconocedor de vinos.

Regresando al tour, en Curtis me fije que había unos contenedores de vidrio grandes que son denominados “escupideros” que no son \"escupideros\" per se, se les llama así por costumbre pero la función real es la de vaciar el contenido de la copa de aquellos vinos que ya probamos y así evitar embriagarse, en otras palabras... yo nos las iba a usar, es más hasta ganas de beberme los “escupideros” tenía.

Como decía en la vitivinícola Curtis me empaqué mis primeras nueve pruebas de vinos. Salí del lugar con la alma crispada y diciendo

-“Hija de tu Twinky Wonder, donde te vea no te la acabas”.

Me trepé en el auto y me dirigí a la vitivinícola de al lado llamada Firestone (al lado es un decir porque esta como a tres o cuatro kilómetros). En ese lugar, probé otros 7 vinos más. Curiosamente, yo andaba de vale madre en las cuestiones de la catación pero bien empeñado en las cuestiones de la castración porque así me sentía. De este lugar salí con el alma cantando… puras canciones de amor

-“¿On ta mi gorda… xingaos?”.

De Firestone, me lancé a un pueblo llamado “Los Olivos”, ese lugar esta de \"pelos\" pues todos los lugares para realizar las catas de vino de diferentes casas vitivinícolas están una al lado de la otra. El primer lugar que me recomendaron visitar fue la casa que representa a los vinos de Andrew Murray en la cual me despaché otras 7 pruebas, me metí a una representante de vinos diversos independientes y me fusilé como 9 más. A estas alturas ya veía con amor a los servidores del vino, el conocimiento de los diferentes colores, texturas, acideces (no se si se diga así), viscosidades, uvas, entre otras cosas ya empezaban a ser de mi dominio…

-“si carnal me cae de madres que la cosecha 2001 de pinot noir no salió muy buena en el valle de Sta. Inez de esa casa en particular, el sabor afrutado que es común de esas cosechas no está presente en la de ese año.... hic...está un poco más seco y el contenido en alcohol se siente intrínsecamente ligado al sabor de la tierra... hic... no siento que la uva haya estado en su punto... hic... pero para bajarme la decepción échame un Pinot Grigio (nada que ver con el anterior) y cerremos con un port… hic”.


Ya para entonces mi alma ya estaba burbujeando de dolor y un montón de nostalgia, además ya no caminaba con mi cuerpo porque zigzageabeamos con diferentes rumbos.

-“que on ta mi gorda xingaos, que quiero ir a desayunar con ella, hic”.

Me lancé a otras vitivinícolas como Zaca Mesa, cuyos vinos de mesa no me gustaron pero los de reserva están de pelos (10 más). De veras que sólo a mí se me ocurre manejar en estas condiciones y en este país donde se paran de pestañas si se les ocurre agarrarte con unos alcoholes a bordo, ni mi tarjeta de residencia hubiera servido para evitar que me dieran una patada en el KuKluxKlan de regreso a mi terruño.

Poco a poco... mejor dicho, o mucho a mucho, uno empieza a poner cara de jodido, aunque tengo la impresión que la tengo así de nacimiento.

Pues, ya encarrerado el gato… probé FOXEN (9) cuya vinos me parecieron muy pero muy buenos, Sanford (9) los cuales no se quedaban atrás y de alguna manera llegué a Solvang donde rematé con Lions Peak (9) los cuales también me gustaron un “madral” y por último los de Beckman (9), en las afueras de los Olivos (ni sé como llegué) cuyos vinos ya no me parecieron buenos en lo absoluto incluso en la condición en la que estaba, así de jodidos estaban.

Vinos rojos, especialmente Syrah, Pinot Noir y Cabernet. Blancos Chardonnay, Pinot Grigio, sauvignon y vinos postre, como los port fueron las variedades que me empiné. En total, mi cuerpo traía a bordo 78 pruebas de diferentes vinos y les juro

que las penas de amores
se sienten mucho peores.

Uno ve excremento de pájaro en la calle y lo primero que piensa uno

-“Así me dejate ‘che flaca, me cae de madres que así me dejates...”

No hay mariachis ni gueyes a quienes decirle \"Te quiero cabrón\" porque te acusan de acoso sexual.

Por otro lado, me di cuenta que uno de mis vinos favorito esta como que jodidón comparado con los equivalentes que me empaqué en Santa Barbara. Normalmente, para mis \'lonches\' en mi \'pueblín\' suelo tomar el Shiraz de Rosemount State, Australiano. y la verdad que esta como lejos de los Syrah que me despaché ese fin de semana. Claro, el australiano que me surto en la mesa me sale en un promedio de 8 dólares mientras que los que me fumé el fin de semana andan entre 20 a 50 dólares, nada que ver.

El caso es, mis amigos, que después de ese montonal de vinos y 300 dólares después, acabé con 10 botellas de vino que compré lanzando madres a diestra y siniestra y parando en cuanta banca me encontraba para acordarme de mi gorda (es un decir porque esta delgadita como varita de nardo… no conozco dichas varas pero mi madre las menciona mucho).

-“¿On’ xingaos estas ...she flaca?”.

Al final del día, unos amigos me invitaron a probar una mesa de masajes automáticos donde supuestamente se me iba a relajar la columna vertebral en base a calor y unos rodillos que se desplazan por la mesa, yo honestamente ni me acuerdo que se siente todo me daba vueltas y con los rodillos recorriendo la espalda, el mareo se intensificaba, lo que si recuerdo es que terminé oliendo a ropa recién planchada.

Después, al día siguiente, vino el viaje de vuelta a casa donde tuve que cargar con aproximadamente 8 kilogramos de vino que compré, me lleva la verdura, soy un alcohólico \'xingaos\' (olvidé decir que es una palabra china que significa \'diantres\') y más ahora que estoy partido en cuatro.

-\'che flaca me cae que me siento del nabo\'.

Las partidas de cacahuate a distancia están muy cabronas, pero la verdad me lo merezco por burro a quién se le ocurre probar fortuna en otro país si en el nuestro todo marcha de maravilla (¡je je je!). Sinceramente, me costó un cabronal escribir esta historieta porque mi imaginación esta quebrada. Octubre no fue y fue mi mes, fue un choque emocional desde el 1 hasta el 31 donde noticias y acciones buenas, malas, muy buenas, muy malas, súper buenas y súper malas invadieron toda mi humanidad. Me hicieron sentir el ser más prescindible y el más imprescindible, estuvo cañón este xingao mes y pensar que después de mi \'cumple\' me sentía \"divis\",después empezó el sube y baja.

Ya aguante 15 días sin mi gorda y me cae que no creo que aguante otros 15 más. La imaginación destruye.



¡Salud!



Pdta. Siempre hacemos drama cuando terminamos una relación pero a lo mucho, un mes después pasamos la página y seguimos navegando.